El problema de condensación en las viviendas.
La humedad por condensación es algo muy habitual en las viviendas, especialmente en invierno. Pero, ¿a qué se debe?
La condensación es un fenómeno físico muy sencillo: la humedad ambiental, la que hay en el aire, toca una superficie demasiado fría, la pared, el techo, los cristales de las ventanas, los muebles, y transmite esa humedad a la superficie fría. En otras palabras, el vapor de agua, al entrar en contacto con una superficie fría, se convierte en minúsculas gotas de agua.
Cuando este fenómeno se produce en un cristal, vemos que el cristal se empaña y llega chorrear agua. Cuando se produce en una pared o en un techo, como es un material poroso, absorbe esa humedad y se producen unas manchas oscuras que en realidad son un hongo.
¿Cómo evitar la condensación?
Para evitar la condensación hay que actuar sobre los dos factores que la causan, el exceso de humedad interior y el mal aislamiento.
Para reducir el exceso de humedad interior podemos usar deshumificadores, sistemas de ventilación forzada o, lo que es más sencillo, ventilar la casa todo lo posible.
Para aislar correctamente nuestra vivienda, en el caso de que no lo esté, tenemos varias opciones:
1. Aislar la fachada.
2. Aislar las cámaras de las paredes a través del aislamiento insuflado.
3. Usar pinturas o enlucidos térmicos.
4. Mejorar el aislamiento de las ventanas y cajas de persianas.
Si mantenemos a raya la humedad interior, y aislamos correctamente nuestra vivienda, tendremos un mayor confort, ahorraremos en calefacción, mejoraremos la calidad del aire que respiramos y nuestra casa estará limpia y saludable, sin los desagradable hongos propios de la condensación.
Desde Aislacasa, como expertos en aislamiento en Asturias, podemos visitar su vivienda de modo totalmente gratuito, analizar su caso concreto y proponerle las mejores soluciones para el aislamiento térmico de su hogar.